Hoy, en la biblioteca de Miskatonic encontramos:
Frankestein o el moderno prometeo
de Mary Shelley
de Mary Shelley
[Texto cortesía del blog La bibliotecaria de Miskatonic]
Sinopsis
Visualizada y comenzada a escribir cuando su autora no contaba más que con dieciocho años y concebida a raíz de una pesadilla, “Frankenstein” es una profunda y desconcertante historia de una monstruosa creación que ha aterrorizada a lectores desde que se publicó por primera vez en 1818. La novela se ha abierto camino en la imaginación popular mientras se ha establecido también como un trabajo pionero de la moderna ciencia ficción.
Impresiones
Presentar esta obra siempre es difícil para mí por la cantidad de ideas, de enseñanzas filosóficas, psicológicas y sentimentales que posee y por la gran cultura literaria a la que instiga al lector a través de los libros mencionados en ellas, tales como Penas del joven Werther, Vidas paralelas, El Paraíso perdido, entre otras, que me dieron lectura para varios meses y años. Ya este libro lo había leído hasta 11 veces en español y tenía ganas de leerlo en inglés y, aunque siempre se dice (y confirmo) que mejor leer las obras en su lengua original, lo cierto es que esta doceava lectura no me ha llegado tanto. El encuentro con el libro en español fue muy especial: una tarde de lluvia, en casa de mi abuela, me dio por registrar, en mi aburrimiento, algunos cajones donde yo sabía que tenía revistas antiguas. Pero aquel día abrí un cajón que siempre se atrancaba y no paré hasta conseguir abrirlo. Allí, al fondo, un libro tan polvoriento que no se veía ni el título de la pasta. Lo limpié y apareció un libro de bolsillo de la colección Bruguera (ya hoy en día desaparecida, creo) que había costado en su tiempo 60 pesetas. Lo cual incluso para mis años de pre adolescencia era casi regalado. Ese olor a vainilla, de páginas ya deterioradas, el día lluvioso, ni que decir tiene que me pasé la tarde leyendo y llorando con las desgracias del pobre hombre artificial, sin entender por qué las películas de serie B han hecho (y aún hoy en día el cine sigue haciendo) tal herejía con esta obra al presentar al hombre creado por el doctor como un ser lelo, incapaz de atarse siquiera los cordones de los zapatos, cuando Mary Shelly le otorgó sabiduría, sentimientos refinados y cultura.
Evidentemente, leer Frankenstein en verano no es la mejor opción tampoco. Y quizás por eso mi última lectura de esta obra no haya sido tan “auténtica” ni tan sentida como las otras veces anteriores.
Restauré el libro a duras penas, me gasté 1000 pesetas de aquel entonces y se las vieron y se las desearon para poder ponerle las tapas nuevas.
Aún hoy en día me asombro al descubrir gente que presume de haber leído esta maravilla literaria y calificarla como obra de terror, como género literario fantástico o de ciencia ficción. Frankenstein es filosofía pura y dura. Es nuestra propia relación con el Creador, con ese Dios al que no entendemos. Es nuestra rebeldía contra Él. Es nuestro abandono en un mundo donde, si bien tenemos más compañeros, ningún otro ser se parece a nosotros. Donde somos extraños y nos autodestruimos y destruimos todo alrededor porque no entendemos, porque cada vez estamos más aislados de lo natural e incluso de nuestros semejantes. Frankenstein es algo mucho más que un libro de ciencia ficción o una visión futurista de la clonación. Es un libro autocrítico para nosotros mismos, la destrucción del planeta y mil otros factores en nuestras vidas de los que no queremos hacernos responsables y que cuando vienen las lágrimas, aún entonces, cargamos con la culpa sobre los hombros de terceros. Frankenstein es un libro para disfrutar, para reflexionar y para autocriticarnos. Es un libro que no pasará nunca de moda. Es una historia maltratada por la opinión pública, por la industria cinematográfica que aún no ha sido capaz de hacer una película fiel y justa a la idea de la escritora (y que nadie me mencione la de Kenneth Branagh, porque fue la gran desilusión, cuando por fin pensaba que alguien había leído el libro e iba a hacer algo medio decente y me di cuenta que sólo se buscaba la atención de un público fácilmente influenciable adicto a los efectos especiales sin más profundidad).
Por favor, lean la obra y si tienen que ver una película, recomiendo una mini serie muy oscura y desconocida que se hizo para televisión protagonizada por Luke Goss y William Hurt que, a pesar de no ser fiel al libro y dejar también mucho que desear (el hombre artificial parece más un vampiro de Meyer) es lo más fiel que puede encontrarse.
¿Habéis leído esta obra? No sé cuanto tiempo lleva en mi estantería y cada vez que me encuentro a La Biblitoecaria de Miskatonic me pregunta: "¿lo has leído ya?😂 Está claro que tengo que darle la oportunidad pronto porque me estoy perdiendo una obra estupenda 💓
Espero que os paséis por la página de La Bibliotecaria de Miskatonic, participéis y nos dejéis vuestras opiniones y recomendaciones en los comentarios 👇
Hola Eva!!
ResponderEliminarTengo pendiente de leerlo, gracias por la reseña y recomendación.
Besos💋💋💋
❤❤
EliminarHola :)
ResponderEliminarEste libro, para mí, es muy reflexivo. Sólo lo he leído una vez pero sin duda tendrá una relectura ♥
Nos leemos pronto ^^,
Yo aún lo tengo en la estantería y me muero por leerlo. En breve le hincaré el diente ❤
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