"Fausto, el hijo de la luna" de Emiliano Cerrato Díaz

En una aldea de las montañas pirenaicas, vive una familia formada por Juan, Silvia y su hijo Néstor, un chico de doce años. El arte y la felicidad imperan en esa humilde familia, transcurriendo sus vidas de una manera idílica, en un entorno envidiable.
De manera abrupta, y después del fallecimiento de Silvia en un accidente de tráfico, se cierne sobre padre e hijo la tristeza y la apatía, viéndose afectada la relación entre ambos. Todo cambia con la llegada de Fausto, un chico extraño y mágico que aparece tras una lluvia de estrellas, que manifiesta viajar sobre estrellas fugaces y ser hijo de la luna. Desde su llegada, Fausto hará un interesante trato con ellos. Los tres vivirán un verano muy especial, lleno de momentos mágicos que ese chico misterioso produce. Juan, Néstor y los demás protagonistas aprenderán, mediante una espléndida filosofía impartida por Fausto, a reflexionar sobre la verdadera esencia de la vida.

Pincha aquí

Emiliano Cerrato Díaz nació en 1979 en Valencia.
Desde temprana edad ha estado influido por novelas filosóficas, donde la ficción se entremezcla con la realidad en un vehículo introspectivo. Autores como Herman Hesse, Nietzsche, Thomas Mann, Pablo D'Ors o Kafka despertaron sus ganas por escribir y expresarse. Comenzó escribiendo de manera aficionada poesía, canciones y relatos cortos, todo ello con el firme convencimiento de transmitir su expresión más íntima. "Fausto, el hijo de la Luna", es su primera novela donde, a corazón abierto, se expresa de la manera más sincera sobre sus refleciones existenciales, sus inquietudes y sus devociones.  

Empiezo agradeciendo a Mª José por descubrirme esta lectura y a Emiliano por cederme un ejemplar. Como digo muchas veces y me diréis pesada, lo sé, nosotros no elegimos los libros que leemos, son ellos los que nos eligen a nosotros. Y creo que Fausto quiso que lo leyera y disfrutara, y puso a Mª José en mi camino para descubrirlo. Así que os estoy muy agradecida. 😊

Empiezo mi reseña diciendo que todo lo que voy a comentar es opinión propia, como todas las que he hecho hasta ahora y que haré en un futuro, y me basaré en fragmentos de la historia para justificar cualquier opinión que tenga que dar.

Antes de nada quiero decir que esta es la primera novela publicada por Emiliano y que me ha sorprendido gratamente el conjunto de la historia y la escritura. Salvo algunas cosillas que veremos más adelante, nadie diría que es su primera novela.  Y eso es bastante importante.

Bueno, comienzo la reseña desde la parte más externa, la portada.Una portada que ya de por sí nos dice que no estamos ante una novela más. Insinúa fantasía y magia, mucha magia... Es una portada que le viene como anillo al dedo. No sé de quién es obra, pero está muy acertada al contenido de la novela.
En general, estamos ante una novela de fantasía y autoayuda. Una mezcla que hace que se complementen y que la hace especial.
Desde un primer momento, y todos aquellos que vísteis mi video en la que la presentaba, lo sabréis. La novela me llamaba mucho la atención desde el primer momento que la vi. Intuía que iba a ser una novela especial y que me calaría muy dentro, y no me equivocaba.

Néstor es uno de nuestros pequeños protagonistas. Un niño que tenía una unión muy grande con Silvia, su madre, y que se ve perdido tras la muerte de esta. Su destreza es la pintura aunque desde que murió su madre es algo que ha dejado estancado. 

 

Fausto es nuestro pequeño hijo de la luna. Un niño extraño que dice venir de la luna y viajar en estrellas fugaces. Para su edad tiene una alta intelectualidad y nos hará ver más allá de las cosas cotidianas.

Marina es la tercera del grupo. Una chica con un don especial con la guitarra que se unirá a estos dos chicos en las andadas de la historia.

 Juan es el padre de Néstor. Desde que perdió a su mujer dejó de lado su pasión, la poesía. Además, la relación con su hijo está bastante mal, pero con ayuda de Néstor, todo en la vida de Juan dará un vuelco.

Laura es la madre de Marina, profesora de profesión y muy buena amiga de Juan. Ha sufrido mucho por amor y el rencor le reconcome, pero Fausto ha llegado y cambiará su vida para siempre. 

La novela consta de 212 páginas divididas en 17 capítulos. 

En ella, un narrador ominsciente,  nos irá relatando las peripecias y aventuras de estos chavales y cómo cambian la forma de ver el mundo tanto ellos como sus padres.

Ha habido momentos, que he tenido que salir al jardín, y me he visto en la necesidad de hablarle a las plantas de mi madre. Pensaréis que estoy loca de remate, y nada más lejos de la realidad. Vivimos en una sociedad de locos, una sociedad en la que no nos paramos a disfrutar de los pequeños placeres de la vida. En la que no tenemos en cuenta las cosas más simples que nos rodea y algo tan sencillo como pararnos a ver las flores, disfrutar de una tarde de lluvia, ver los pájaros volar...nos pasa desapercibido. 

Todo esto lo vamos a ver recogido en estas líneas que nos harán ver un poquito más allá. A pararnos cada vez que veamos algo sencillo en nuestro camino. Porque al fn y al cabo, todo lo que nos rodea es mágico.

El lenguaje entre los personajes está cargado de simbolismos y parábolas, como bien me explicó el propio Emiliano al resolver algunas dudas que me surgieron con respecto al lenguaje usado y que puse en pie con él. Porque, ¿quién nos dice que los niños no son capaces de entender las situaciones de los adultos? Con las formas y el lenguaje nos daremos cuenta, de una forma muy curiosa, de que los niños pueden entender más de lo que nosotros creemos.


Algo que he visto, y que seguro le ha pasado a Emiliano y a cualquier otro escritor en sus primeras novelas, es que a veces, te encuentras algunos párrafos en los que se van repitiendo el mismo pronombre muy seguido o la misma palabra sin necesidad.
No son detalles con demasiada importancia y se irán puliendo con el tiempo.
 

Por lo demás, es una novela muy fácil de leer y que te lees en nada porque se disfruta tanto que apenas te das cuenta. Con un vocabulario muy rico y unas relaciones interpersonales que van madurando a lo largo de la historia.

Quiero destacar un capítulo que me ha parecido espectacular y con una enseñanza maravillosa. Es el Capítulo 7: Un desayuno teatral. Me ha parecido increíble y me ha dejado pensando largo y tendido sobre qué estamos haciendo con nuestra vida. Por qué en vez de buscar las cosas fuera, no mejoramos y cuidamos lo que tenemos... Es simplemente maravilloso.

 

 En definitiva, una historia que recomiendo muchísimo y que cuánto más la lees más sentidos les sacas. No es una novela para leerla y ya está. Es una novela para leer en todos esos momentos en los que necesitas un chute de optimismo y de buena energía porque aunque no os lo creáis, Fausto está repleto de buena energía y esto se transmite. 

Mi total y entera enhorabuena a Emiliano. Espero que tenga todo el éxito del mundo con Fausto y que se anime a traernos más historias llenas de enseñanzas y magia. Porque últimamente creo que nos hace mucha falta. 

Son tantas las frases que merecen estar aquí... Pero os dejo algunas de las que a mí, me han dado un chute de buena energía.

Si has leído Fausto, el hijo de la luna nos encantaría que dejaras tu opinión en los comentarios y ya, si de paso lo dejas en las redes sociales, otros lectores te estarán eternamente agradecidos 😁

Si aún no lo habéis hecho, ¿a qué esperáis? No sabéis lo que os perdéis.

Mil gracias por leerme. Hasta aquí la reseña de hoy. 

Nos leemos en la próxima! 😘

Síqueme en las redes sociales para estar al tanto de las novedades y de las publicaciones que voy subiendo.  

 Facebook

 Twitter 

 Instagram